domingo, 17 de octubre de 2010

“La importancia de las asambleas”

La asamblea es el ámbito en el que, a través de la participación de todos, podemos generar, apoyar o criticar conductas gremiales.
En ellas debemos informarnos de los hechos que impactan sobre nuestra labor cotidiana, sentar las bases para su eventual modificación, proponer ideas para mejorar nuestras condiciones laborales y nuestro hospital, educarnos sobre nuestros deberes y derechos.
Las propuestas básicas para trabajar en condiciones dignas que optimicen nuestras aptitudes como médico y como personas, deben originarse desde nuestra GREMIAL y el acto gremial soberano, mayúsculo y democrático es la ASAMBLEA.
Manejada discrecionalmente por nuestros gremialistas de turno ha sido vapuleada hasta ser minimizada a un único interés: la lucha salarial. No podemos cometer mayor error. Si lograron convencernos de ello, estamos perdidos.
La asamblea es el espacio donde discutir el hospital al que aspiramos todos, no el hospital para algunos pocos, construido desde un mezquino proyecto personal…el hospital de todos, el del paciente, el de nuestra comunidad, el nuestro.
En los últimos 3 ó 4 años, las asambleas en nuestro hospital, siempre debieron ser solicitadas a través de petitorios con la firma de los afiliados, para tratar temas tan delicados y trascendentes como: la falta de insumos y de los mínimos elementos de protección para enfrentar epidemias como la de la gripe A, la falta de personal, las pobres condiciones de trabajo, las sanciones a colegas, el acuerdo paritario…
…. y la última convocatoria, debida a los procesamientos judiciales por la falta de anestesistas en un Hospital Público, hecha desde la AMM, lamentablemente llegó tarde. Llegó tarde, porque tuvo que suceder una muerte para movilizarlos, para desperezarlos. Tardíamente llegó un anestesista, que ganó tardíamente un concurso y tardíamente accedió a su ficha municipal en un hospital donde la muerte supo, como siempre, llegar puntual.
Este hecho que conmovió a la comunidad en general y a la médica en particular, es el resultado de la pasividad y falta de conciencia gremial de muchos de nosotros, que en vez de participar para solucionar nuestros problemas, los dejamos en manos exclusivas de los que se sienten más “dirigentes” que "representantes".
Las mejores soluciones deberían surgir de la participación y propuestas de quienes construimos el hospital a diario. La diversidad de ideas y su discusión siempre nos acercarán más a la verdad.
Cada uno de nosotros podría enriquecer las asambleas, no hay dudas de ello. Los invitamos a hacerlo y comprometernos a cambiar la actual metodología gremial.

El 1° paso es asumir el compromiso, el 2° nuestra participación y el 3° lograr que las asambleas sean un ámbito cada vez más frecuente de discusión en pro del hospital que queremos.
- La participación: Nuestra ausencia dejará las decisiones en manos de los demás. No debemos desaprovechar las escasas invitaciones a este acto democrático
- La presencia de nuestros representantes: Resulta inadmisible que quienes tienen que dar el ejemplo, estén ausentes. Deberían multiplicar los esfuerzos para que al menos el 80% de nuestros representantes esté presente. Esta debe ser una obligación ética autoimpuesta. Como ejemplo vale recordar la asamblea pedida por firmas para tratar las paritarias 2010. De los 8 representantes de la mayoría, sólo asistieron el Presidente y el Secretario General.
-La frecuencia: deberíamos consensuarla, para que haya un mínimo de asambleas anuales, independientemente de las circunstanciales. Basta de asambleas cuando ya padecemos las consecuencias de hechos consumados por problemas no resueltos.
-La accesibilidad: facilitarla y posibilitar que asista la mayor cantidad de profesionales. Que cada Servicio, mínimamente, se comprometa a enviar un representante. Los logros son para todos.
-La convocatoria: llamarla el día anterior y a través de pocos cartelitos, es sentenciarla a una escasa concurrencia. Estimular la convocatoria con la suficiente antelación y recorrer cada servicio invitando a la participación, es una obligación gremial.
- El horario y duración: Una asamblea llamada a las 11 hs. que empieza 11.30 hs., atenta contra los objetivos de la misma. La merma de profesionales a partir de las 12.00hs, hace que terminen votando 20 cuando deberían haber votado muchos más. Debería ser convocada más temprano, puntual y no extenderse más allá de las 12 hs. De ser necesario, se debería continuar al día siguiente.
- El temario: además del convocante, debe ser abierto a las inquietudes de los colegas, y hacer uso del cuarto intermedio, para tratar los temas sin apresuramiento.
- La continuidad del temario: Informar que ocurrió con lo tratado y votado en las asambleas anteriores. Por ejemplo: no sabemos aún que pasó con los legajos de los 6 colegas sancionados (30/11/09) y la causa penal por el atentado terrorista a nuestra sede gremial que tantos discursos, actos y prensa ocupó, se cerró sin la más mínima trascendencia judicial.(10/04/09)
- Asamblea por petición de socios: En la última asamblea solicitada por los socios, se usó el máximo plazo para convocarla. En 30 días hábiles, los hechos que se quieren tratar, quizás estén consumados o peor aún, olvidados. Lo correcto sería convocarla a la brevedad posible, los representantes no deben esconderse detrás de los estatutos sino dar la cara ante la gente.

Nuestra participación es fundamental para cambiar lo que está mal, mantener lo que está bien y mejorar lo mejorable.
“Llevar a la práctica las ideas de uno requiere un esfuerzo, pero mucha gente lo hace”          



1 comentario:

  1. Me resulta sorprendente redescubrir un tema tan trascendente en nuestra vida profesional y gremial cotidiana, que fue y es menospreciado por intelectualoides que se llenan la boca con la palabra democracia.
    Ojalá este artículo los despierte antes que se aspiren con un vómito democrático y mueran manejados por unos pocos vivos que existen a expensas de ellos. felicitaciones...sigan así

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